Quién nos iba a decir que volveríamos a clase así, ¿verdad?

Ahora más que nunca debemos convertir en rutina en el aula determinados gestos que nos ayudarán a crear espacios lo más seguros posibles y a proteger y protegernos.

Mi planteamiento aquí es, por tanto, colocar estos carteles (ambos) en el aula, si es posible justo al lado de la puerta de entrada para que sea visible nada más acceder a ella.

Sinceramente, no sé si mi centro dispondrá de geles para todas las aulas, pero yo sí llevaré una botella para que en mis clases nunca falte.

Seguir consistentemente estas medidas e interiorizarlas como nuestra nueva normalidad hará que podamos dejar de usar este eufemismo que tan poco me gusta y volver a la normalidad “real”.

Mientras tanto, intentemos plantarle cara a este bicho con una actitud positiva y carteles cuquis ?

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